Tras intentar quitarse la vida en junio de 2016, Cameron Underwood se quedó sin gran parte de su mandíbula inferior, dientes y nariz, de manera que tanto la vista como el habla y la boca quedaron muy deterioradas. Underwood, quien había sufrido depresión, se disparó a sí mismo en el rostro. El increíble camino hacia la recuperación del joven de 26 años comenzó cuando su madre, Beverly Bailey-Potter, leyó sobre los trasplantes de rostro que realizaba el doctor y cirujano plástico y dental Eduardo Rodriguez en el hospital NYU Langone Health.
“Cuando leímos lo que había hecho el doctor Rodriguez por otros pacientes, supimos que era la única persona a la que le confiaríamos la vida de Cameron”, le comentó Bailey-Potter a algunos periodistas locales. “Estábamos dispuestos a emprender ese largo viaje”.
