La retirada del mercado del Champix, el medicamento más utilizado para dejar de fumar, será mucho más larga de lo previsto. La farmacéutica Pfizer retiró los primeros lotes el pasado julio tras la detección en ellas de nitrosaminas, unos compuestos potencialmente cancerígenos. Las previsiones iniciales eran que la distribución del fármaco recuperara la normalidad este septiembre, pero la compañía asegura ahora que no está en condiciones de “confirmar en qué fecha podrá resolverse esta situación”. Pfizer ya dejó de suministrar el medicamento a principios de verano y ahora ha ordenado su retirada mundial.