El presidente de Ecuador ha tratado por todos los medios evitar que Verónica Abad asumiese el cargo cuando él tuviera que dejarlo para presentarse a la reelección
El presidente de Ecuador ha echado a su vicepresidenta, lo que venía buscando desde hace más de un año. Daniel Noboa no quería, bajo ningún concepto, que Verónica Abad asumiera la presidencia cuando él dimita para hacer campaña para las próximas elecciones presidenciales, convocadas para febrero de 2025. Previamente, el presidente ya había defenestrado a Abad: al poco de comenzar el mandato, envió a la segunda del Gobierno a Tel Aviv para “mediar” en el conflicto entre Israel y Palestina, una forma nada sutil de quitársela de en medio.
Abad, en declaraciones a este periódico, ha asegurado que se ha sentido hostigada, perseguida y que ha llegado temer por su vida. Sin embargo, no tenía pensado dimitir. Así, Noboa y su gente echaron mano de toda clase de argucias jurídicas para forzarla a abandonar el cargo, pero Abad planteó una resistencia que ha durado hasta ahora. El Ministerio de Trabajo la ha sancionado con 150 días de suspensión por “abandono injustificado de su empleo por tres o más días laborales”. Sariha Moya, quien ejercía el cargo de Secretaria de Planificación, será la nueva encargada de la vicepresidencia