La cocaína está volviendo hiperactivas a las anguilas del Támesis

La hiperactividad de las anguilas por culpa de la contaminación por cocaína de los ríos es un problema del que hace tiempo que vienen alertando los expertos y que un estudio del King’s College de Londres acaba de centrar en las que habitan en el Támesis. Una hiperactividad que va unida a otros problemas que pueden dificultar su migración.

La cocaína llega al Támesis a través de las aguas residuales que las plantas no logran filtrar del todo. (Foto: AFP Photo/Yoshikazu Tsuno)
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El ser humano consume cocaína, esta es eliminada por el organismo a través de la orina y sus restos acaban en el alcantarillado. Y de ahí, al río. Esa es la cadena a través de la cual esta droga termina afectando a las anguilas, habitantes del Támesis que están siendo intoxicadas por esta sustancia. Los titulares destacan su hiperactividad por lo llamativo que esto resulta, pero hay más efectos secundarios y realmente peligrosos para la supervivencia de la especie.

Según señala Evening Standard, el estudio realizado por el King’s College ha sido leído de manera conjunta con otro realizado hace unos meses en la Universidad de Nápoles que resulta complementario. El italiano, del que se hizo eco en su día The Guardian, señalaba el problema que la cocaína estaba generando en los ríos europeos, principalmente aquellos que atraviesan ciudades grandes.

Los investigadores italianos localizaron restos de esta sustancia en el cerebro, los músculos, las branquias, la piel y otros tejidos de las anguilas. Esto deriva en problemas musculares, agallas alteradas y cambios hormonales que, a la postre, pueden complicar la migración de las anguilas a los océanos para reproducirse.

Tiene que ver, explicaban, con el cortisol. El aumento de esta hormona del estrés puede, según señala The Guardian citando el estudio napolitano, hacer que los peces pierdan grasa, la cual necesitan para llevar a cabo la migración. Si no ha grasa, no hay migración. Y si no hay migración, no hay reproducción.

En el caso concreto de Londres, el origen del problema, además del alto consumo de cocaína, está siendo que las plantas de tratamiento de aguas residuales no consiguen filtrar bien el agua para que llegue libre de esa sustancia al río. Los investigadores del King’s College señalan que, a parte de esta droga, en los test también aparece cafeína.

“Londres es conocido como uno de los mayores consumidores de cocaína y esto sugiere su uso diario”, han señalado los investigadores, que reconocen que el nivel detectado es tan alto que ”se encontraba fuera del rango cuantificable”.

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