El eficiente servicio que la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán (Japay) brinda a la población, cuya optimización ha sido una de las principales acciones emprendidas por el Gobernador Mauricio Vila Dosal, ha sido reconocido por la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento (Aneas) con la Medalla al Mérito Profesional en el Área de Distribución.
El director General de la dependencia, Sergio Chan Lugo, recibió la distinción de manos de Arturo Jesús Palma Carro, presidente de la Aneas, en el marco de su XXXIII Convención Nacional, que este año se realiza en la ciudad de San Luis Potosí bajo el lema «Servicios sostenibles para no dejar a nadie atrás».
En esta ocasión, el galardón se otorgó a la Junta por su recuperación de caudales, así como detección y reparación de fugas, tal como sucedió en junio pasado. Por esta razón, los jefes de las cuadrillas que participaron en dicho trabajo, José Pisté Manzano, Enrique Gómez Belmont, Francisco Pérez Martínez y Javier Francisco May Martínez, viajaron para recoger el premio.
Palma Carro sostuvo que, en todo México, existen pocos organismos con objetivos tan claros como la Japay. Por ello, coincidió con una reciente encuesta que ubica a la paraestatal como uno de los sistemas de agua potable más eficiente del país.
Destacó que esta empresa continúa subiendo los indicadores, por lo que la señaló como un ejemplo a seguir. «Es por eso que se les dio una mención muy especial por los logros que han alcanzado», agregó.
«Sin duda, la Japay es uno de los organismos que viene muy decidido. Tienen en el Gobernador Mauricio Vila a un funcionario muy comprometido que, a través del director, viene trabajando muy fuerte», concluyó el titular de la Aneas.
Reparación de megafuga
Como se recordará, el 26, 27 y 28 de junio de este año, la dependencia reparó una fuga histórica en un tubo de 36 pulgadas, con lo que se evita el desperdicio de 32 litros por segundo, un total de dos millones 784 mil 800 litros al día. De esta forma, se puso fin a un problema que se originó hace 21 años, cuando se rompió accidentalmente el acueducto al perforar un pozo pluvial.
El Ejecutivo estatal ordenó que se llevara a cabo esta tarea, a pesar de que administraciones anteriores no lo habían hecho debido a la complejidad de la obra y a los altos costos que representaba, ya que el tubo está «encapsulado» en un bloque de 21 metros cúbicos de concreto que se vertieron para tratar de contener, sin éxito, el derroche del vital líquido.
La planeación se hizo en cerca de tres meses, en esta labor intervinieron unas 40 personas del área de Distribución, entre personal de ingeniería y operativo. Además, los departamentos de Administración y Comunicación Social informaron a la población sobre la importancia y necesidad de efectuarla.
Finalmente, después de 48 horas ininterrumpidas, cuatro brigadas de cuatro empleados cada una, apoyadas permanentemente por escuadras de bacheo y maquinaria, resolvieron el añejo problema.