El coordinador de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), Andrés Ramírez, forma parte de esos funcionarios que han sido motivo de orgullo para un país. Frente a sus ojos ha visto pasar algunas de las crisis de desplazados más graves de las últimas décadas como las de Ruanda, Kosovo o Siria trabajando durante 28 años en ACNUR, la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados. En 2018 se incorporó al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador como responsable de una oficina que ha visto cómo se desbordaban sus capacidades mientras se reducía año tras año el presupuesto asignado para enfrentar una crisis que alcanza cifras récord. La llegada de miles de haitianos a Tapachula (Chiapas) sin más salida que esperar meses y meses una respuesta a su estatus migratorio ha terminado por hacer estallar la ciudad fronteriza.