La policía había cerrado una burbuja de seguridad en torno a la tribuna principal del desfile de la Fiesta Nacional, que se ha celebrado esta mañana en Madrid, y había alejado al público unos 100 metros del lugar donde se encontraban las autoridades. Pero eso no ha impedido que, un año más, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, haya sido abucheado y que los gritos de “¡Fuera!” y “¡Dimisión!” hayan resonado en el paseo de La Castellana, donde se han congregado miles de personas, pese a que se había recomendado seguir la parada militar por televisión, ya que la pandemia, aunque en retroceso, no está definitivamente derrotada.