Triunfo antes de la destrucción final. Así se pueden resumir el discurso y las sensaciones transmitidas por Álex Pina al regresar, emocionado, “al lugar del crimen”, a los escenarios de La casa de papel en Tres Cantos (Madrid) antes de que se destruyan para siempre tras haber concluido el rodaje de la quinta y última temporada de esta serie de ladrones con caretas de Dalí, espíritu antisistema y nombres de ciudades. Una producción que inició su andadura con dos temporadas en Antena 3, en las que se narra el asalto de la banda a la Casa de la Moneda, pero que se convirtió en fenómeno global en 2017 de la mano de Netflix, ya con el atraco perfecto a las reservas del Banco de España, rehenes incluidos, como trama. Una evolución que responde a causas “no del todo descifrables”, como asegura Pina una mañana de principios de julio.