Mérida, Yucatán, 11 de junio de 2021.- Enseñar en comunidades alejadas de zonas urbanas, impulsar proyectos no sólo para alfabetizar, sino dirigidos a fortalecer el desarrollo de las localidades, y motivar el crecimiento personal y profesional de niñas, niños, jóvenes y personas adultas, son méritos que comparten muchas generaciones de docentes y que ahora están guardadas para la posteridad en el libro Normalismo rural. Una educación por México.En presencia de la titular de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado (Segey), Loreto Villanueva Trujillo, así como de personal directivo de las Escuelas Normales de Valladolid, Dzidzantún, Ticul y Mérida, las y los coautores de este texto indicaron que la idea de compilar historias, poemas e incluso consejos para mejorar la instrucción básica, surgió tras la interacción con estudiantes de educación, durante su recorrido por planteles Normales de Yucatán.En la presentación de este ejemplar, que reúne escritos de 24 maestras y maestros de las Normales Rurales «Raúl Isidro Burgos», de Guerrero; «Moisés Sáenz», de Oaxaca; «Licenciado Benito Juárez», de Tlaxcala; «Mactumactzá», de Chiapas; «Justo Sierra Méndez», de Campeche, y «Gregorio Torres Quintero», de Yucatán, se destacó la importancia de hacer vínculo con la comunidad, una de las herencias más grandes de este sistema de formación docente.»Tenemos que buscar la manera de que estos jóvenes amen su profesión, al amar su profesión, aman a los niños y aman también a la comunidad. Agradezco mucho este trabajo; me hizo recordar la experiencia en el servicio social, en la Escuela Normal de Educadoras, cuando íbamos a las comisarías. Eso permite aprender y precisamente este tipo de enseñanzas son las que se comparten en este libro», mencionó Villanueva Trujillo.Como parte de las celebraciones por los 100 años de creación de la primera Normal Rural del país, cuya sede fue Michoacán, la asociación civil Normalismo Rural convocó a la creación de este documento, en homenaje a la labor de maestras y maestros, cuyos testimonios de vida se convierten en guía valiosa para generaciones venideras.»Lo que se plasma en el libro, nuestras experiencias formativas y laborales, queremos que lleguen a los estudiantes de las Normales, con la intención de que, cuando ingresen al servicio profesional docente, de seguro les tocará una comunidad rural y, en ese sentido, le tengan aprecio a la comunidad. Con la experiencia que nosotros les compartimos, ellos se motiven y hagan un trabajo más allá de lo que es la escuela, contribuyendo al mejoramiento de la misma comunidad», recalcó Fernando Cristino Pacheco Alcocer, presidente de dicha organización.