Se cumplen hoy 20 años de la mágica jugada que el futbolista argentino protagonizó en Old Trafford, aquel regate que dejó en la estacada a Henning Berg para que Raúl diese el pase al Real Madrid y que llevó a preguntarse a Ferguson si ese hombre tenía un imán en el pié. Se cumplen 20 años de la acción en la que todo el mundo piensa cuando escucha hablar de Fernando Redondo, pero ‘El Príncipe’ fue mucho más que eso.
En 1990, siendo la figura de Argentinos Juniors, queda libre por un fallo de la directiva y llega al Tenerife, donde no tarda en hacerse un hueco en el equipo que le arrebata al Real Madrid las ligas de 1992 y 1993. Para esta última ya había llegado al banquillo del equipo insular un Jorge Valdano que en 1994 regresaría al Real Madrid para hacerse con las riendas del conjunto blanco, llevándose con él a Redondo.
El argentino tampoco tardó en hacerse con la titularidad y pasó a compartir centro del campo con estrellas de la talla de Amavisca, Luis Enrique o Michael Laudrup. Se convirtió en el mejor ‘5’ del momento, en un futbolista envidiable por el que se deshacía en elogios hasta Maradona gracias a su cantidad de virtudes.
Álvaro Benito, que compartió vestuario con él, señalaba recientemente que en los entrenamientos no había quien se acercase a su radio de acción, que nadie era capaz de arrebatarle el balón cuando lo pisaba, lo protegía y lo escondía como un jugador de fútbol sala. Y eso que destacaban sus compañeros era precisamente lo que le hacía brillar en los partidos, lo que volvía locos a sus rivales.